El Real Madrid afronta este sábado en el Santiago Bernabéu un partido cargado de tensión deportiva y simbólica. La visita del Sevilla llega en un momento incómodo para el conjunto blanco, que necesita una victoria convincente para reducir el ruido que rodea al equipo y marcharse al receso navideño con mayor estabilidad.
Las últimas semanas no han sido tranquilas en Chamartín. Pese a encadenar dos triunfos, el rendimiento ha dejado dudas persistentes, especialmente en lo futbolístico. La figura de Xabi Alonso se mantiene bajo escrutinio constante, en un contexto donde los resultados recientes no han terminado de disipar la sensación de fragilidad colectiva.
El triunfo ajustado ante el Alavés y la sufrida clasificación copera frente al Talavera evitaron males mayores. Sin embargo, tampoco cambiaron el clima. El Madrid sigue sin ofrecer continuidad en su juego y acusa desconexiones que alimentan la impaciencia del entorno.
El Bernabéu exige respuestas inmediatas
El duelo también tiene una lectura clasificatoria relevante. El Barcelona aventaja al Real Madrid por cuatro puntos y afronta una salida compleja a Villarreal. Un triunfo blanco permitiría ejercer presión directa y cerrar el año liguero con margen para la reacción.
El balance reciente como local no ayuda a la calma. El equipo cayó en sus dos últimas presentaciones en casa, ante Celta y Manchester City, y necesita reconciliarse con su afición antes de un inicio de año exigente.
La victoria ya no basta sola en el Madrid
El cuerpo técnico busca una actuación sólida, sostenida y convincente. La Supercopa de España aparece en el horizonte y el equipo necesita energía competitiva, algo que solo puede construirse desde el juego y la confianza.
En ese escenario, Kylian Mbappé vuelve a ser el foco. El francés atraviesa un momento determinante y está a un gol de igualar el récord goleador anual de Cristiano Ronaldo. Su presencia resulta imprescindible y su peso ofensivo, incuestionable.
Mbappé lidera el ataque
Vinícius Júnior apunta al once pese a su sequía goleadora, mientras Rodrygo llega en una línea ascendente. En el mediocampo, Jude Bellingham y Aurélien Tchouaméni recuperan protagonismo, con Eduardo Camavinga ya disponible tras dejar atrás molestias físicas para medir al Sevilla.
La defensa presenta incógnitas pues Antonio Rüdiger apura su recuperación y Fede Valverde es duda. Las bajas siguen condicionando la rotación, en un tramo del calendario que exige precisión.
Enfrente aparece un Sevilla necesitado y con antecedentes adversos. El conjunto andaluz no gana en el Bernabéu desde 2008 y acumula trece partidos oficiales sin vencer al Real Madrid. Aun así, llega con la urgencia de sumar para no mirar de reojo la zona baja.
El equipo de Matías Almeyda mostró dos caras recientes. Goleó en Liga, pero cayó eliminado en Copa mientras que fuera de casa, su rendimiento es débil y esa estadística refuerza el favoritismo local. El Sevilla necesita romper su historia.
Con regresos clave en ataque y algunas ausencias sensibles, los sevillistas buscan una sorpresa que cambie su ánimo navideño. El Real Madrid, en cambio, solo piensa en ganar y callar.
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